A la Estrella del Anochecer, de William Blake (Tr. Hugo N Santander)

William Blake

Tú, ángel de la noche, de dorados cabellos 

Ahora que el sol descansa en las montañas, enciende

Tu esplendorosa tea de amor; tu corona radiante

Afírmate y sonríe sobre nuestro vespertino lecho.

Sonríe a nuestros amores; y mientras tú bajas

Las azules cortinas del cielo, esparce tu rocío de plata

Sobre cada flor que apaga sus dulces ojos

En su oportuno sueño. Deja que tu viento del oeste descanse

Sobre el lago; habla en silencio con tus ojos titilantes,

Y enjuaga el crepúsculo con plata. Pronto, muy pronto,

Te retirarás; y entonces el lobo aullará a sus anchas

Y el león fulgurará a través del oscuro bosque:

Los vellones de nuestras ovejas están ya cubiertos

De tu rocío sagrado: protégelas con tu influencia.


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