Shiva aniquilando a los pérfidos, que en la antigüedad era una alegoría de la destrucción de la maldad.




Pero también celebro tus caminos de barro y de palmeras, de mendigos que son reyes, de princesas que encantadas venden calabazas en las calles, de aromas que desde las cafeterías embellecen tus calles apiñadas, de templos o mansiones de dioses que reciben el amor desbordante de tus multitudes

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