Diario del año de la Peste Mundial, Marzo 26. The Mandalorian

The Mandalorian
Anoche comenzamos a ver una serie de Star Wars, The Mandalorian. La trama es tan bien elaborada como aquella de Rogue One: A Star Wars Story (2016), y contrasta con la triste secuela de la primera trilogía. Aquellos paisajes áridos en mundos abandonados son un reflejo de lo que es nuestra civilización hoy día. Las generaciones futuras no tendrán idea, escribía Petrarca, de lo desolador que fue la peste negra. Lo leí en Londres en el 2005, sin saber que sus atormentadas descripciones me preparaban para lo que vivimos hoy día. Me temo que tendremos que esperar hasta agosto para que el mundo se recupere: de cualquier modo, jamás volverá a ser lo que fue.
Empleé tiempo enviando aplicaciones para puestos en USA, en donde requieren de docentes de primaria y bachillerato. Al terminar me escribieron que no califico para sus programas pues tengo una Green Card pre-aprobada. Comenté que creía que ello era una ayuda, no un obstáculo, y no volvieron a escribirme. También es cierto que vivimos un panorama oscura sobre el futuro y hay desidia en todas partes. Los medios insisten en que hay alegría y esperanza, pero entre más lo proclaman más evidencian su ansiedad.


Preparé una pasta bolognesa estupenda. La carne no era la mejor, si bien la compré cara en Mercosur, pero el tomate, el ajo y la cebolla con pimienta rindieron el sabor. Noto que especulan con algunos productos, y a quien se descuida lo estafan. Cleo ya está acostumbrada a ayunar hasta que le añadimos una cucharadita de carne a su concentrado.
El oportunismo de Claudia López como alcaldesa de Bogotá -que yo anuncié el martes-, ya es tendencia de los tuiteros en la nación. En lugar de colaborar, intentó mostrarse como más inteligente y capaz que el Presidente Duque. Fracasó ante los conglomerados en Transmilenio; fue el alcalde de Soacha quien implementó el pico y placa por cédula para instaurar el orden. Ella, desde luego, salió a atribuirse la medida. La pregunta es cuántas vidas costará su ambición presidencial, pues no dudo que vuelva a repetir su modus operandi: propagar el virus por desidia para culpar a la Presidencia, y , luego, controlarlo para atribuirse el remedio.
Duque ordenó adaptar el Hotel Tequendama para recibir a futuros pacientes. En Bucaramanga la alcaldía y la gobernación han dispuesto de Neomundo. Un amigo critica los hechos, y dice que el gobierno nos oculta algo. Pero veo las cifras exponenciales de la peste en Europa y es claro que hay que preveer el peor escenario. Hace días le dije a alguien que lo que se requiere para acabar el virus es un cambio de conciencia en la humanidad. Se burló y me dijo que si esperaba que la gente dejara se ser mentirosa, tramposa e integrante tendría que esperar a que todos estuviéramos muertos. Repuse que el miedo hacia milagros.
Llamé a mi hermana, quien pasa la cuarentena en Denver. Tienen grandes espacios en los parques, por lo que su vida es más segura que en las ciudades. Me comenta que el principal problema son los ataques de ansiedad, pues las empresas han reducido gastos y personal. Pasó de trabajar tiempo completo a medio tiempo. Afortunadamente es trabajo virtual. Con seguridad la demanda para tales puestos ha aumentado.

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