Dos fuerzas que dividen la historia



A menudo, cuando analizo las corrientes que mueven el mundo, descubro que el mismo escenario del juicio de Jesús se repite en cada generación, en cada nación, en su esfera política. Un hombre que cree en la fuerza de la fe, el amor, la verdad y la justicia, se opone a una élite de conspiradores, de seres humanos inteligentes que, en vista de la maldad imperante, han sacrificado sus ideales y se someten a la fuerza de la conspiración. Convencidos de que la unión, incluso en el mal, hace la fuerza, se confabulan y traman trampas, mentiras y montajes con el fin de deshacerse quien no se suma a sus designios, ora por tonto o por ingenuo.

La paz y prosperidad de cada generación depende del impacto que estas dos fuerzas esparcen sobre las naciones.
Las generaciones que se someten al gobierno de la mentira, la violencia y el robo terminan en la barbarie, apenas capaces de sobrevivir. Las naciones que siguen los preceptos de sus santos y profetas alcanzan la prosperidad y la paz, desde Moisés guiando Egipto hasta India gobernada por Gandhi, pasando por los puritanos que desembarcaron en Nueva Inglaterra.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

La Bucaramanga Universal de Diego Sáenz

Teología para la convivencia de todas las creencias

EL SIMPOSIO DE ARCADIA. Auto Sacramental sobre la Inmortalidad del Alma