Gustavo Petro, nuevo Presidente de Colombia

Nosotros, que trabajamos en los talleres de esta torre llamada Bucaramanga, vimos en las pasadas elecciones como las ovejas negras, los hijos pródigos de la casa, reemplazaban a la casta sacerdotal. 

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Se creía que destruirían la nación aplicando toda la virulencia que sus influencers gritaron en las redes sociales, pero al cabo su mesías, el antisacerdote Gustava Petro, el mismo cuya alcaldía censuró uno de mis documentales sobre desplazados en 2015, fue elegido Papa con casi 3 millones de votantes nuevos. 

 

    Los Lagartos, Comedia para elecciones presidenciales

En un video realizado por sus adeptos, los colombianos vieron como unos cien indígenas bajaban en lancha a votar por el candidato del señor que contrató la lancha. Sólo dejaron a nuestra imaginación las restantes 26.999 barcas que dieron el triunfo al antiguo pupilo y admirador de Hugo Chaves Frías. 

Poco importó que viéramos videos en que jurados de mesas de votación alteraban 30 o 300 votos a favor del antisacerdote. Ya sabemos que el CNE comete errores que luego su cuestionado Jefe Sacerdotal justifica con una frialdad que Caifás envidiaría.

El fin justifica los medios

Las encuestas desfavorecieron a los arrianos,  hasta que Sofía Petro anunció en un video de El País, diario de España poco leído en Colombia, pero referencia obligada de los sacerdotes de la Unión Europea, que si su papá no ganaba habría un estallido social igual al que sus amigos de la primera línea y el ELN organizaron el año pasado.

Todos recordamos los jóvenes de la edad de Sofía que perdieron la vida por una reforma tributaria que su padre, al otro día, anunciaría como inevitable. 

"Es que se trataba de llegar al poder por un cambio" exclamaron las bodegas ansiosas de preservarse en la nómina del presidente electo. 

Que sus respuestas no refieran directamente al costo en vidas de las protestas poco importa; para eso está el video de la mamá de Dylan abrazada al mesías Petro.

El sacerdote Rodolfo Hernández aceptó una victoria que fue, en el mejor de los casos, dudosa, sin protestar, cual oveja que va al matadero por su propia voluntad en cuanto sabe que va a ser sacrificada. 

San Pedro Claver habría llega al papado colombiano

Añadiendo conveniencia a sumisión, Rodolfo dijo que aceptaba la curul de la oposición pero que no le haría oposición al antisacerdote. 

Todos ahora esperamos que el arisco piedecuestano contribuya a hacer de Colombia una nación  en la que se viva sabroso, si bien la Señora Márquez aclaró que se trataba de primero trabajar para luego vivir. 

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Los asesores de la Señora Márquez luego indicaron que el adjetivo sabroso era sinónimo de tranquilidad u osadía, esto es, de no tener miedo. Nunca, desde que se vendió 1984 de Orwell en una colección de novelas baratas, los colombianos habíamos sido tan sabrosamente adoctrinados en el significado oculto e insólito de una palabra. 

Y Gustavo Petro, el rebelde, celebraba el fruto de dos meses en que nos enseñó que podía representar a San Pedro Claver, esclavo de los esclavos, cortando caña, saltando en lancha y almorzando en olla en en tugurio, como nunca habíamos visto siquiera a un candidato a la alcaldía de la opulenta Floridablanca. 

Dándole un giro de 180 grados a su discurso rencoroso, el antisacerdote peló cobre y enseñó su rol de mesías. Habló de unidad y reconciliación, tal y como su admirado Chaves lo hiciera al ascender al poder en la vecina Venezuela. 

Y ensartando dos anillos en la boca del sapo al que tantos colombianos juegan en las antesalas de los campos de tejo, nombró a Roy Barreras como Presidente del Senado de la República de Colombia.

Así pagaba Petro al yunque que sufrió el tibio escándalo los Petrovideos, en el que honestos padres de la patria se confabulaban para difamar y calumniar a aquellos que les disputaban la corona de antipapa.

Que su compadre y amigo, el ex-rector de los Andes, fuera vilipendiado en los videos para de inmediato salir a anunciar que no se sentía ofendido, se vio como si no hubiera sido planeado. El rol de Ministro de Educación suena ahora como suyo. 

Farsa o escándalo para la  Corte Suprema de Justicia, eximia sala sin corte partidista que los juzga tan a menudo y nunca los condena.

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La Nave del Perdón

No sorprende que tantos líderes en aprietos jurídicos, baste sólo citar a Rodolfo y Álvaro Uribe, se quieran subir al bote del perdón que Gustavo Petro les ofrece. Algunos hablan de impunidad, pero olvidan que, según el ala liberal de los fabianos, ningún hombre debería ser castigado con encierro. 

¿Serán nuestras prisiones un spa como en Japón o Noruega? Una vez un joven bandido me enumeró la culinaria de las mejores prisiones europeas. Toda esa generación del siglo 20 que no leyó a los pensadores ingleses quedaría como un zapato en un gobierno sin prisiones. 

En los talleres suspiramos de pensar que la farsa entre poderosas facciones clericales ha terminado. Pero hasta sus prosélitos más tersos se sonrojan al leer que su mesías ha nombrado a a conocidos corruptos del clero del Obispo Santos, para cargos importantes. 

"Ese antiobispo nunca ha dejado de gobernar", trinan los uribistas, quienes ya amenazan con hacer de Antioquia una monarquía independiente, sin duda a raíz del despectivo trato que recibieron del sacerdote Rodolfo. 

"El uribismo ya murió", dijo el viejito cuando le preguntaron si conquistaría por los votos de los seguidores del expapa más famoso de Colombia. Como consecuencia 900.000 paisas se quedaron en casa y no fueron a votar por él el pasado 19 de junio. "Igual", dicen sus encopetados asesores argentinos, "habría perdido".

Para que no quede duda de su inmensa deuda con la organización narcoguerrillera que sostuvo a la Primera Línea que redujo el gobierno Duque a su máxima impopularidad, el futuro Papa nombra como canciller al Obispo secreto de los Helenos.

Vivimos ahora la esperanza y el miedo en Colombia, pues hemos elegido inusitadamente a un Papa de poderosos aliados, más poderosos que aquellos que Duque a duras penas consiguió.

Una era de las esperanzas y prevenciones

Nuestra esperanza es que pueda darse la paz con el ELN, y, en razón de sus excelentes relaciones con los fondos caritativos europeos, una nueva era de desarrollo económico se perfila para Colombia. Los más escépticos, empero, temen que el país termine siendo un botín para violentos. 

"Uno no confía en un tigre", replicó Churchill cuando le dijeron que Hitler quería invitara los ingleses a hablar de paz.

Lo cierto es que navegamos en aguas impredecibles para la gente que se ha esmerado por no hacer el mal a los demás. Justificados por las tácticas poco diplomáticas del Papa Uribe, el antipapa ha llegado al papado colombiano. 

La clase media escucha impávida como aumentarán sus impuestos, y todos aquellos que tienen casa de campo, lotes que no producen y cuartos desocupados en mansiones, tiemblan ante la inminente visita de los médicos cubanos.

"Vienen a verlos porque la salud es preventiva", dijo el futuro Papa. Otros temen los comandos de la policía Cheka de Lenin, capaces de fusilar a 5000 oponentes al régimen en una sola noche.

No importa que los ingleses hayan establecido un compromiso entre los sacerdotes y el pueblo, que los americanos hayan hecho de Dios su Bien Supremo , o que los franceses lo hayan destronado por una asamblea nacional de pequeños sacerdotes. 

Que otros, empleando un lenguaje soez, lo llamen mermelada, poco importa. La revolución (aquí lo llaman el cambio) en Colombia se perfila según sus propias reglas, con fondos de pensiones como caja menor para satisfacer las necesidades regionales que cada sacerdote converso manifieste.