"La Corrupción de Kennedy", la Colombia que favorece a los corruptos y oprime a los vulnerables

Federico: Hola Hugo, gracias por hablar conmigo hoy sobre tu obra "La corrupción de Kennedy". ¿Qué te inspiró a escribir sobre la corrupción en la sociedad colombiana?

Hugo: Hola Federico, gracias a ti por invitarme. La corrupción es un tema que siempre ha estado presente en Colombia y es un problema que afecta a todos los niveles de la sociedad. Me pareció importante abordarlo en mi obra porque creo que es un tema que necesita ser discutido y enfrentado.
Federico: En tu obra, presentas una variedad de personajes que representan diferentes aspectos de la sociedad colombiana. ¿Cómo decidiste quiénes serían los protagonistas y cuál era su papel en la historia?
Hugo: Cuando empecé a escribir la obra, sabía que quería presentar una variedad de personajes para ilustrar cómo la corrupción afecta a diferentes personas en la sociedad. Los personajes surgieron de diferentes aspectos de la sociedad colombiana que quería representar, como la vida militar, la vida empresarial y la vida de la clase trabajadora. Quería que los personajes fueran complejos y tuvieran diferentes motivaciones y objetivos en la historia.
Federico: ¿Cómo describirías la evolución de Kennedy, el protagonista principal de tu obra?
Hugo: Kennedy es un personaje interesante porque comienza como un adolescente inocente que quiere evitar el reclutamiento en el ejército. Sin embargo, a medida que se desarrolla la historia, Kennedy se enfrenta a diferentes desafíos y toma decisiones difíciles que lo llevan a confrontar la corrupción y la violencia de frente. A lo largo de la obra, Kennedy experimenta un cambio significativo en su personalidad y su visión del mundo.
Federico: En la obra, hay una frase memorable en la que Kennedy le dice a Marino: "No son los políticos los más corruptos, sino la masa anónima que los respalda, con seres como usted, ávidos de mozas y comisiones". ¿Cómo crees que esta idea se relaciona con la realidad colombiana?
Hugo: Creo que esta idea es muy relevante en Colombia porque a menudo se culpa solo a los políticos por la corrupción en el país. Sin embargo, la corrupción es un problema que se extiende a todas las capas de la sociedad, y hay muchas personas que están dispuestas a participar en actos corruptos para obtener beneficios personales. Creo que es importante reconocer que la corrupción no es solo un problema político, sino que es un fenómeno estructural que afecta a toda la sociedad colombiana.
Federico: ¿Qué mensaje esperas que los lectores obtengan de tu obra?
Hugo: Espero que los lectores se sientan motivados a reflexionar sobre el problema de la corrupción en Colombia y en otros lugares del mundo. También espero que la obra inspire a los lectores a tomar medidas para luchar contra la corrupción y la violencia en sus propias comunidades. En última instancia, espero que la obra genere una conversación importante y necesaria sobre cómo podemos construir una sociedad más justa y equitativa.
La obra de teatro "La corrupción de Kennedy" de Hugo Noël Santander Ferreira, adaptada al cine como "Los crímenes de Kennedy" en 2012, es una obra que aborda temas profundos y complejos de la sociedad colombiana. Desde una perspectiva estética, esta obra presenta una crítica a la corrupción, la guerra civil y el sistema social en el que se desenvuelven los personajes.
En primer lugar, la obra destaca por su originalidad en la trama y la forma en que se presentan los personajes y sus historias. En la obra, los personajes principales son víctimas y perpetradores de la corrupción. Humberto, el padre de Kennedy, es un empleado de Vidriovencol que roba dinero de la empresa, y mantiene una relación ilícita con su secretaria Aminta. Porcia, la jefa de Humberto, es una empresaria que utiliza sus conexiones políticas para proteger sus intereses y perpetuar su dominio económico. Marino, el contador corrupto de Vidriovencol, es un hombre sin escrúpulos que no duda en participar en actividades ilegales para obtener ganancias.
A través de un enfoque multifacético, la obra presenta a un grupo de personajes cuyas vidas están entrelazadas y que son representativos de diferentes estratos sociales. Desde un soldado desertor hasta empresarios corruptos, pasando por una detective encubierta, la obra aborda los diferentes conflictos y tensiones que surgen en una sociedad donde la corrupción es un fenómeno estructural.
En este sentido, la obra es una crítica directa al sistema social colombiano y a la forma en que este sistema favorece a los corruptos y oprime a los más vulnerables. El personaje de Kennedy es especialmente representativo de esta crítica, ya que su desesperación por evitar el reclutamiento en el ejército es una muestra de la falta de oportunidades y la precariedad que viven muchos jóvenes en Colombia.
La estética de la obra también es relevante en este análisis. La obra utiliza elementos del cine noir y del género policiaco para presentar la corrupción como una fuerza oscura e insidiosa que se mueve en las sombras de la sociedad. La puesta en escena y la iluminación en la obra y la película destacan esta estética, creando un ambiente opresivo y desolador que refleja la situación de los personajes.
Sin embargo, la obra también presenta un enfoque librepensador al abordar la corrupción como un problema que afecta tanto a políticos como a la masa anónima que los respalda. La obra desafía la idea de que la corrupción es un problema individual y plantea la necesidad de una crítica más profunda y sistemática del sistema social que permite que la corrupción florezca.
La obra de teatro también puede ser analizada desde la perspectiva aristotélica de la poética.
En cuanto a la trama, la obra sigue la estructura clásica de la poética aristotélica, con un comienzo que presenta la situación inicial y el conflicto principal, un desarrollo que muestra la complicación del conflicto y una resolución que lo soluciona. El conflicto principal es la corrupción y su efecto en la sociedad, con el personaje de Kennedy como representación de la juventud y la esperanza de un futuro mejor.
En cuanto a los personajes, la obra presenta una variedad de caracteres que representan diferentes aspectos de la sociedad. Kennedy, el protagonista, representa la inocencia y la honestidad, mientras que su padre Humberto representa la corrupción y la búsqueda del beneficio personal. La empresaria Porcia representa la avaricia y la falta de escrúpulos en los negocios, mientras que la detective encubierta representa la justicia y la lucha contra la corrupción. Los personajes secundarios, como los asesinos y el soldado desertor, representan los efectos negativos de la corrupción en la sociedad.
En cuanto a la mimesis, la obra representa la realidad de la sociedad colombiana y su problema de corrupción, mostrando los efectos que tiene en la vida de las personas. Además, la obra presenta una crítica social a la corrupción, mostrando sus consecuencias negativas y la necesidad de luchar contra ella.
"La corrupción de Kennedy" y su adaptación cinematográfica "Los crímenes de Kennedy" son obras profundas y complejas que abordan temas importantes de la sociedad colombiana desde una perspectiva estética y librepensadora. A través de una trama original y personajes representativos de diferentes estratos sociales, la obra presenta una crítica directa al sistema social colombiano y la forma en que este sistema favorece a los corruptos y oprime a los más vulnerables. 
La estética de la obra y la película también son relevantes en este análisis, ya que reflejan la situación opresiva y desoladora en la que se desenvuelven los personajes. En última instancia, la obra desafía la idea de que la corrupción es un problema individual y plantea la necesidad de una crítica más profunda y sistemática del sistema social que permite que la corrupción florezca.