La invasión de los médicos

Gobelino Sutamarchán, un ciudadano promedio de Becanson, se despertó esa mañana como cualquier otra, sin saber que su vida cambiaría para siempre. Había oído hablar del reciente convenio entre Venus y Tierra, pero nunca imaginó que tendría que experimentarlo en carne propia.

De repente, sonó el timbre de la puerta y se sorprendió al ver a un médico venusino parado en su umbral. El médico, con su apariencia inusual y su lengua extraña, explicó que venía en nombre del convenio para revisar el estado físico de Gobelino y su familia.

Gobelino, nervioso, permitió que el médico ingresara y comenzó la revisión. El médico le preguntó sobre su posición política, tomó fotos y le informó que su coeficiente de salud era de 6.4, lo que lo dejó perplejo.

El médico se fue sin decir mucho más, y Gobelino trató de volver a su vida normal, pero algo estaba fuera de lugar. Al día siguiente, se enteró de que los presentadores de cada medio habían sido reemplazados por venusinos que anunciaban que el hampa se había tomado el universo y que aquellos que tuvieran un coeficiente de salud inferior a 6.5 serían eliminados.

Gobelino se sintió asustado y confundido, y comenzó a ver cómo la vida en Becanson se deterioraba rápidamente. Las noticias informaban de que muchos ciudadanos habían sido eliminados debido a su bajo coeficiente de salud, y la paranoia se estaba extendiendo rápidamente.

Las autoridades impusieron un estricto toque de queda y las fuerzas de seguridad patrullaban las calles día y noche. La vida en Becanson se volvió caótica y opresiva. Fue en este clima de miedo y desconfianza que Gobelino Sutamarchán fue llamado ante el comisario.

Gobelino temía por su vida y la de su familia cuando recibió la notificación de que debía presentarse ante el comisario. Pensó en todas las posibles razones por las que podría ser exonerado de su 6.4, pero ninguna de ellas lo preparó para lo que estaba a punto de suceder.

Cuando Gobelino llegó a la oficina del comisario, se le informó que los venusinos habían decidido perdonar a aquellos que hubieran obtenido un coeficiente de salud de 6 puntos o más. Gobelino y su familia saltaron y gritaron aliviados al saber que no serían ejecutados, pero también se preguntaron por qué los venusinos habían cambiado de opinión repentinamente.

El comisario explicó que los venusinos habían sido persuadidos por un grupo de científicos de la Tierra que habían demostrado que el coeficiente de salud era una medida inexacta y que muchos ciudadanos inocentes habían sido ejecutados injustamente. Los venusinos habían decidido dar a la Tierra una segunda oportunidad y habían establecido un nuevo convenio que se basaba en una evaluación más completa de la salud de los ciudadanos.

Tras tres meses de caos en Francia, Gobelino descubrió que el nuevo convenio entre Venus y Tierra no era lo que parecía. Los venusinos habían engañado a los líderes de la Tierra y habían establecido un plan para tomar el control del universo. Los médicos venusinos que habían visitado su hogar no eran médicos en absoluto, sino espías que recopilaban información sobre la población de la Tierra.

Gobelino decidió actuar y se unió a un grupo de resistencia que trabajaba para detener a los venusinos. Con la ayuda de sus amigos y vecinos, trabajó arduamente para reunir información y planificar una estrategia para detener la invasión.

Finalmente, después décadas de trabajo duro y planificación, el grupo de resistencia logró detener a los venusinos y restablecer el orden en el universo. Gobelino y su familia se sintieron aliviados de que la pesadilla hubiera terminado, pero nunca olvidarían los horrores que habían presenciado.

El manuscrito a lápiz de su poema "Luchemos", para la posteridad se preserva en el Museo de Literatura de Amsterdan Venus:

No confíes ciegamente en líderes políticos,

No entregues tus derechos en sus manos,

No permitas que sus mentiras y trucos,

Te lleven a donde no quieres estar.

Lucha siempre por lo que es correcto,

Aun cuando vaya en contra del convenio,

No permitas que te quiten tu voz,

Ni que te quiten la razón de ser.

Si tienes que levantarte y protestar,

Hazlo con valentía y determinación,

Aunque el camino no sea fácil de andar,

Tu convicción será tu protección.

Aprende a no confiar ciegamente en los líderes políticos,

Lucha siempre por lo que es correcto,

Porque la verdad está en tu corazón,

Y no hay nada que pueda detener tu lucha.