El Papa Negro, Francisco I - Las Condenaciones de Petrus Romanus


En abril de 2012 enseñé a Hugo Noël

Mi sufrimiento por un Papa que ya no creía

Y lo envié a los Estados Unidos a predicar

En la Abadía de San Vicente en Pittsburgh


A su paso por Filadelfia anunció

Haber desprotegido a los americanos

El 11 de septiembre de 2001

Fue denunciado a agencias secretas


Benedicto XVI se enteró y envió

Al Nuncio Papal a Pittsburgh

A ver si Hugo Noël se arrodillaba

Al llegar sólo halló once monjes


Entre quinientos de allí debían estar

Y esos once vestían de negro

Sólo a Hugo vestí de blanco aquel día

Pero el Nuncio, en su orgullo o prudencia


Negó haber visto una señal del cielo

Ratzinger decidió entonces atacarlo

Primero lo contrató en Hyderabad

Por intermedio de North West University


Ratzinger temió ser descubierto

Y consultó con el astuto jesuíta

Decidieron hacer un doble papado

Uno conservador y otro comunista


Debía enseñar actuación a nueve hindúes

En tan sólo seis meses; en dos

Hugo Noël ya los hacía profesionales

Entonces quisieron asesinarle


Enviaron los temidos Rawdies

Pero fueron víctimas de una bomba;

Los atentados terroristas ocurren

Cuando Dios retira sus bendiciones


Entonces envié a Hugo Noël a México

En donde también fue perseguido

Hugo sobrevivió y llegó a Bogotá

En noviembre de 2014


Así llegó al Papa Francisco uno

Una ofensa a mi amado de Asís

Amigo de genocidas y tiranos

A quien nada importa su rebaño


El fin de ambos Papas incrédulos

Era perpetuar el poder de Roma

Y destruir al Profeta de Dios

A Hugo Noël, ungido en Madrás


Benedito XVI contactó a asesinos

Mientras Francisco I enviaba curas

A conspirar con los familiares de Hugo

“Todos somos profetas”, arguían


“Esos milagros los hace cualquiera”

Añadían. “El santo de moda es Juan Pablo II”

“Es imposible que Jesús viva en él;

fue, lo sabemos, drogadicto y bisexual”.


Drogadictos y bisexuales también ellos;

quienes juzgan moralmente a otros

lo hacen desde su moralidad propia

¿No tenéis amistades del mismo sexo?


¿No recurrís a medicinas para el dolor?

Los grados de intimidad consentida

Y el consumo de analgésicos

Son yugos de los amos del mundo


“Si conocen tu vida privada es que sos pobre:

Si compras marihuana sos pobre;

Si tienes villas y habitaciones secretas, disfruta

de compañías a las que excita el oro y el poder”.


Con semejante moralidad hipócrita 

enardecieron a amigos y familiares de Hugo Noël;

los condujeron al lado oscuro de la fuerza

y a cada uno dieron rol en la conspiración.


Pero uno y otro Papa fracasaban en sus ataques

Ante los ángeles que Dios enviaba a Hugo Noël

Hasta que Benedicto XVI convenció a la Reina

De que el Príncipe Próspero habitaba en su isla


“Es un mago que sana enfermos y detiene terremotos”
“Pero no podemos permitir que viva”, dijo Elizabeth

Y enviaron a dos asesinos a fines de agosto de 2022

Un tercero facilitado por el Presidente se les unió


Entonces Hugo Noël vio sus intenciones oscuras

Y lo denunció en redes; Gerardo se mofó

Ante todos sus antiguos condiscípulos

Con la bendición del cura Gabriel


La ira de Dios descendió del cielo

En forma de tormenta, rayo y trueno

Los tres asesinos fueron aplastados

Por una montaña que cayó sobre ellos


Hugo Noél, inspirado por mí, denunció lo ocurrido

Y dictaminó la muerte de la primer culpable

La Reina murió. Otro ataque desesperado

organizó Ratzinger con los lasallistas


El asesino murió a las puertas de Bucaramanga

Y Hugo Noël decretó la muerte del segundo culpable

Ratzinger cayó muerto de inmediato

Francisco I decidió ocultarlo


Temía que con su muerte el mundo reconociera

En Hugo al Rey de Reyes, a Jesús Resucitado

Y ordenó embalsamar a Benedicto XVI

Para discretamente presentarlo muerto 


El día más propicio para ocultar lo ocurrido

La noche de San Silvestre, víspera de 2023

Ciego de ira Francisco I reunió a sus teólogos

Quienes dictaminaron que sólo los padres de Hugo


Tendrían la bendición divina para aniquilarlo

Ya los obispos los tenían endulzados

Con cenas ovíparas y paseos en yate

El FBI endulzaba el oído de su hermana


Concibieron una poción secreta

Que no dejaría rastro en una autopsia

Y, Francisco I, aprovechando las debilidades

De dos ancianos de rancias tradiciones


Pidió a Caifás que diera aquel “remedio”

Ante Poncio Pilatos a Hugo Noël y Leyla

La pócima no surtió el efecto deseado

¿No comprendían que Dios los protegía?


Tus crímenes principales aquí están escritos

Y es hora de emitir sentencia.

Ya no te verán en silla de ruedas

Aquella en la que caíste al atacar a Hugo


Ahora te verán postrado en cama

Como un vegetal humano

La iglesia te abandonará a tu suerte

Un nuevo Sínodo eligirá a Petrus Romanus





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