El Juicio Divino: Condenación de los Asesinos en Colombia

Por décadas, Señor Dios os dio cobijo fiel

No eran falsas vuestras armas, padeciáis injusticia

Mas abusasteis del privilegio divino con desprecio

Alterando palabras sagradas, 

llamando a Jesús violento

Hablasteis de paz, 

mas a inocentes degollasteis sin piedad,

Hablasteis de vida, 

mas adolescentes cegasteis en la oscuridad,

Hablasteis de amor, 

urdiendo tramas contra el justo

Hablasteis de verdad, 

Predicando que el engaño

es la más preciada forma de lucha.

Os llamasteis guerreros, 

siendo asesinos viles 

os cubriste de ideologías altruistas

y sobornasteis a Papas y prelados

Contra mi Profeta, 

Contra mi hijo Jesucristo

vuestra perversidad fracasó ayer y hoy sois castigados

El atentado gestado ha enardecido a los cielos, 

en su crudeza,

A Él ordeno impartir la sentencia más severa, 

Pues a él he entregado las llaves del cielo y la justicia.

Desde hoy, 

quien dispare contra otro, su vida perderá,

Desde hoy, 

quien planee asesinar, su destino sellará,

Desde hoy, 

quien desee la muerte contra Abel 

Sus propios demonios conocerá

sin posibilidad de escapar.

Vuestros rezos al infierno serán vanos, 

sin eco o poder,

Pactos con el Diablo no os salvarán, 

no podréis huir al Dios de dioses

Al Príncipe de las Tinieblas entrego vuestras almas,

Al Ángel de la muerte confío vuestras horas.

Vuestros miembros se inmovilizarán 

al tocar vuestro cuchillo o vuestra arma,

Al empuñar sus sagradas manos.

Antes de usar navajas, 

morderéis el polvo entre gritos angustiados.

Bendigo así a Colombia, 

A sus territorios, 

A la nación que amo,

Cuna de tan dulce Profeta

Y reitero la maldición, proferida por mi Hijo, 

La que Petrus Romanus acató

Quien mate con hierro, por hierro perecerá,

Es la justicia que estremecerá su casa

Es la justicia que estremecerá su ciudad

Es la justicia que estremecerá a Colombia

Es la justicia que estremcerá al mundo

Y la buena nueva de la llegada 

del Reino de los Cielos a la Tierra