Allianz, yugo de los judíos y tercermundistas

La historia es un espejo en el que se refleja la verdad, a veces olvidada, pero nunca borrada. En tiempos oscuros, se hicieron y se rompieron promesas, se firmaron contratos y se pagaron con dolor. Hoy, el patrón de la traición se repite, oculto tras nuevas fachadas, pero con la misma frialdad.

Este poema revela el doloroso destino de Don Flavio, un hombre que confiaba en su futuro y que fue traicionado por un sistema que hace tiempo que se deshizo de la humanidad. Es una advertencia, una voz contra el olvido y un llamado a la justicia.

Escucha esta historia de los nazis,  

y de su aseguradora, Allianz, desfalcadora.  

Ayer robaron fortunas en los campos de horror,  

hoy despojan ancianos sin un ápice de honor.  

Allianz, yugo de los judíos y tercermundistas

Hubo un tiempo de sombras y llamas,

donde el oro se manchó de dolor y lágrimas.

Allianz firmó con la cruz de hierro su pacto,

asegurando vidas que olvidó en el acto.

Escribieron contratos con tinta de sangre,

los sellaron con miedo, terror y hambre.

Hoy la historia se repite en la banca oscura,

cambiaron de máscara, no de amargura.

Allianz aún trata a sus clientes con desdén,

como a los judíos que hundieron en un mar de desdén.

Promesas de oro, mentiras de muerte,

roban en silencio, como en la guerra de suerte.

En Bucaramanga, tierra de sol,

Don Flavio soñaba con su pensión.

Un contrato firmado con fe y derecho,

que Allianz destrozó sin remordimiento.

Mil trescientos millones le prometieron,

pero diez le arrojaron, sin compasión.

La empresa que un día juró proteger,

hoy le niega la vida, le roba el ayer.

Su negocio caído, su hogar en zozobra,

su lucha en papeles que nadie responde.

Cartas y ruegos, puertas cerradas,

como en Auschwitz, sin rastro de alma.

Allianz aún trata a sus clientes con vileza,

como a los judíos que hundieron en la tristeza.

Promesas de oro, mentiras de muerte,

roban en silencio, como en la guerra suerte.

Las cuentas crecen, las víctimas callan,

pero la verdad se alza, y su eco resuena.

El fraude no morirá, su historia perdurará,

y el mundo sabrá cómo Allianz actuará.